lunes, enero 07, 2008

Sigamos atando los perros con longaniza

Disfrutamos y nos regodeamos que vivimos en el mejor sitio del mundo, fantásticas playas, buena cocina, un tiempo ni muy frio ni muy caluroso…

Pero al final, todo es fachada,

Salarios indecentes, cobrar 600 euros por 9 horas al día es normal en muchos casos, y casi contento que tienes que estar, mientras, en otras partes del estado, un trabajador con un año de experiencia cobra tanto o más que uno que lleva 10 años como profesional y experiencia aquí.

El precio del piso en la capital está entre las 3 ciudades más caras de España, no solo eso, sino que a diferencia de las otras provincias, alejarte del centro no implica una sustancial disminución del precio del metro cuadrado.

15 años de discusiones para un centenar de kilómetros de vía férrea, que aunque siguen las discusiones, está en marcha, y quizá en 5 años podamos ver los resultados, mientras tanto, un servicio tercermundista, con trenes que algunos tramos la velocidad punta es menor que ir andando.

El transporte público es una farsa, ni tiene precios sociales, ni llega a todo el mundo, ni existe realmente un servicio integrado, se llega antes a Madrid que intentar hacer en autobús el Irun-Arrasate. Y para eso, ya algunas ciudades piensan en cobrar a los vehículos por circular, sino cobran ya bastante por aparcar, (quien conozca una calle sin OTA que levante la mano) ahora quieren que paguemos por circular por el centro. Sí, se crearán servicios disuasorios, pero, hablemos del precio de un parking disuasorio en las afueras, (con tarificación por minuto) más ir al centro el autobús… lo que supone es más precio que entrar en coche al centro.

Mientras, y hasta que no nos toque la loteria, y nos retiremos, seguiremos viviendo en un crítica continua, por todo y contra todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lo verdaderamente extraño es fomentar la movilidad y montar 6 parkings en el centro de la ciudad. ¿Cómo llegan los coches, en aeroplano?

Peyino dijo...

El "melenas al viento" está pensando en cobrar por entrar en la ciudad, como Londres, lo mejor para ampliar su propia caja.