martes, mayo 23, 2006

Pasando la noche en el Hostal Pimodan


El viernes nos acercamos a la capital, como provincianos que somos, a la presentación en concierto del último disco de los Lori Meyers en la Rock Star.
La entrada no estaba demasiado cara, 8 euros en taquilla, si llegan a ser los 20 del concierto de los Death Cab For Cutie, nos hubiéramos dedicado al chiquiteo, gran plan en si mismo.
Comienza el espectáculo, retrasado como es habitual en cualquier artista que se precie, donde se fueron desgranando una a una las canciones del segundo disco con pequeños matices ante la versión cd que pulula por mi coche en este momento.
Un estilo sesentero, algunas veces daba al oído que se escuchaba a los brincos o formula V, pero con sensaciones que faltaba algo.
En el momento que tocaban las canciones de su primer disco, ‘Viaje de estudios’ era cuando veía la causa de que me haya atraído este grupo, guitarras más ruidosas, más garra y mala leche sobre el escenario, en contra del segundo más plano.
Terminaron sobre hora y media después, sus dos discos no dan para más, con un par de bises, y un tema inédito según ellos al que le podemos considerar la cagada de la noche, influencia americana pero que queda flojo con letras insulsas y música sin rematar.

De momento, se les puede permitir, tienen aún tiempo de coger tablas, y llegar a colocarse en la lista de Granadinos de pro, como Mike Rivers, Lagartija Nick o Los Planetas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pero será capullo con el vinculito ese...jajajajajajaja

oiga, siempre estoy por preguntarselo y se me olvida...ya ha pagado ese "parte de lo que debe"?

Peyino dijo...

Los buenos siempre empiezan con retraso,jejeje

y no, se sigue debiendo...