Madrid me mata 3
Falacias son lo que dicen aquellos que como en Euskadi no se come en ninguna parte. No negaremos que se come bien aquí, pero si no vas con el queso debajo del brazo, puedes comer realmente bien en cualquier parte del mundo mundial, solo hay que ponerse a ello y disfrutar.
Durante el resto del tiempo que pase en Madrid, parte importante de mis quehaceres fue comer y beber, claro que hubo otras cosas, como la fantástica exposición de robots de artista coreano Nam June Paik, de la que tremolina da cuenta aquí.
Lo primero, fuimos al Melo’s en Lavapíes, después del concierto de Mittens y Bicicross, era necesario una pausa y recargar energías, nos aconsejaron una zapatilla, un impresionante bocadillo de toneladas de lacón con queso que debería ser un nº 56 al menos o el pie de Gasol, lo que sea más grande.
En el Conache fue la comida del sábado, este en Malasaña, pza de San idelfonso, nos decidimos por el menú del día, gazpacho de fresas y muslos de pato mi acompañante, tartar de salmón y lentejas, y Lubina acompañada por unas deliciosas patatas al curro. Un verdadero triunfo para un menú de 12 euros.
El Sr.T decidió no arriesgar, y para quedar bien ante unas amigas nos llevo a cenar al Gumbo, restaurante de cocina sureña, entre los que hay que destacar los tomates verdes fritos que tomamos como entrantes, y como curiosidad el cangrejo completo rebozado que comío una de las chicas, muy parecido a un Alien rebozado (de los que se pegan a la cara), pero muy sabroso.
Para terminar, el domingo cumplimos con una obligación o deber en la gran ciudad, tapear, para ellos escogimos La Ardosa, una cerveceria donde un surtido de ibericos y un salmorejo regado con un buen vino fue el colofón a mi finde madrileño.
3 comentarios:
Nene como te cuidas!!
oye que bueno el manifestodromo
Si no me cuido yo...
Publicar un comentario