Madrid me mata - 1
Primera visita de este año a la capital del estado, en quizá, uno de los fin de semanas más lluviosos del año, realmente poco importaba, los aspectos culturales de la visita han sido substituidos por los etílicos-gastronómicos.
Impresiona aterrizar en la T4, ya desde el momento de tocar tierra, el avión se da un paseo de varios minutos hasta llegar al finger, no llega a los más de 10 minutos que pasamos en el Tokyo-Narita, pero largo sí era, y este no fue el único paseo del día, en la Terminal, otro tanto de lo mismo, hasta llegar a la recogida de equipajes, y salir del aeropuerto, escena similar a la ocurrida dos días después para la salida, innumerables controles de seguridad, pasillos infinitos hasta dar con la puerta de entrada al avión.
La vergüenza y cabreo se juntan a partes iguales en mí cada vez que tomo un avión, y cada nuevo viaje esa sensación se acrecenta, al llegar a un aeropuerto pierdes tus señas de identidad como individuo libre y te conviertes en directamente un supuesto culpable, imposibilidad de llevar líquidos, mecheros e incluso cortaúñas. Despotas controladores de arcos de seguridad, que prácticamente te obligan a desnudarte para que no pite. ¿Dónde quedaron nuestros derechos como ciudadanos?
3 comentarios:
Con tu cara de sospechoso yo te cacheo hasta en el bus de línea, amigo.
¿que tal el resto del finde?
es la melena ....
:)
Hace cuanto que no me veis?
Ahora llevo el pelo cortito, voy repeinadito, con raya
polos de marca, mocasines y pantalones de pinzas.
Redecorando mi vida!
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