El silencio
El martilleo de mis dedos contra el teclado es el único sonido que siento, aparte del roce lejano de los neumáticos contra el asfalto húmedo en el boulevard.
Nada más que eso desde esta mañana, que he encendido mi aparato comeneuronas para enterarme de las noticias mientras desayunaba y solo emitía un arcoiris caótico de colores. Ninguna imagen agradable (aunque claro, tampoco es agradable la Teresa Campos) que me acompañase.
Sí ya de por si es largo ser un demandeur de emploi en estas largas y frías tardes otoñales, más larga y fría se hace sin el "Sé lo que hicisteis", "Esta Pasando" y "España Directo"...
Tendré que acercarme por algún sitio a encontrar un nuevo compañero de piso. Un 26 pulgadas que se pueda manejar con un par de botones, que no de mucha guerra y que me haga más ameno el invierno que rápido se acerca.
Pongo un circo y me crecen los enanos.
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